sábado, 12 de noviembre de 2011

Gadir

Gadir Davudov es un amigo del que ya he hablado antes. Lo conocí el primer día que fui a buscar a mi coordinadora. Fui a buscarla a su despacho y la puerta estaba abierta, pero ella no estaba allí, asi que fui buscando a cualquiera que hablara inglés, sin mucha suerte, para preguntarle por la coordinadora. Él sabía inglés y me ayudó a buscarla hasta descubrir que no estaba y conseguir una cita con ella para otro día.

La búsqueda duró algo más de 2 horas en las que estuvimos hablando. Ayer él terminó todo cuanto tenía que hacer en Kütahya y se fue a su país para volver, si eso, para ver a sus amigos. Nació en Azerbaiján hace 23 años y vino a Turquía a estudiar cuando empezó la carrera porque no le gustaba la situación de su país, no le parecía adecuada para estudiar.
Aprendió turco y comenzó a ir a clases y a aprobar exámenes. Estudió Márketing, muy relacionada con mi carrera y en la misma facultad. Cuando le conocí llevaba tres o cuatro archivadores en la mano y estaba esperando a cuatro profesores -bueno, él los llamaba maestros, no se si en este país ser maestro es una categoría especial como doctor o catedrático- para que le firmaran su tésis: un estudio acerca del consumo de ciertos modelos de coche, que no recuerdo, en Turquía y Azerbaiján en función de la clase social y la renta, si no recuerdo mal.

Al final conseguimos una cita con mi coordinadora y encontramos un profesor en la misma habitación que solucionó el problema de sus firmas -por cierto, un señor muy simpático capaz de hablar en inglés, que aquí los podemos contar con los dedos de las manos y sobran-. Después bajamos los dos a la ciudad en el bus hablando por el camino y, como eran las 17:00 pasadas y Dario y Domingo ya habían comido le dije que me recomendara un sitio donde comer un buen kebap; pues la última vez que intenté probar uno, fui al peor sitio de la ciudad, por lo visto, porque nunca en mi vida había comido algo tan asqueroso.

El caso es que Gadir también tenía hambre y fuimos los dos a comer al Doner: espectacular, un kebap exquisito; eso sí, muy distinto de los de España. La salsa blanca la hemos inventado allí. Aquí lo toman con guindillas o pepinillos para poner dentro del pan, hacía frio y probé una guindilla...¡os puedo asegurar que ni un plumas, bufanda, guantes, gorro y las mil capas que suelo llevar dan menos calor! ¡Me vi obligado a quitarme la chaqueta por el camino! Me invitó él a comer en un descuido que tuve. Ese día fue el que probé una bebida típica turca: Ayran. Es un yogurt salado que se toma en las comidas y es de ese tipo de cosas que o te gustan mucho hasta amarlas o las odias completamente.

Le dije que otro día debía pagar yo la comida porque me sentía en deuda por su ayuda. Lo normal habría sido que yo pagara como agradecimiento. Pero hay más aun: le había comentado que tenía un problema con mi móvil, se suponía que tenía contratado un pack de 10.000 sms durante un mes y me los estaban cobrando y me lo arregló (necesitaba un saldo mínimo en la tarjeta).

Mientras ibamos a casa me contó que estuvo de Erasmus el año pasado en Polonia y que es muy religioso y por ello es virgen, no come cerdo ni burro (que por lo visto en Polonia es muy común...¡¡¡begh!!!) y nunca ha probado el alcohol ni el tabaco; pero sí se había enamorado dos veces. Me acompañó cerca de casa por si no sabía llegar (auque sabía) y descubrimos que sus amigos vivían enfrente.

Otro día nos acompañó a Domingo y a mi a cortarnos el pelo y recargar los móviles, para traducir a los dependientes (me encanta que me afeiten con navaja) y estuvo todo el tiempo esperando a que nos cortara. El día que se iba quedamos para tomar un café turco antes de que se fuera (en el café turco quedan posos que "revelan el futuro" a quien sabe leerlo). Me confesó que se hace para decir a la otra persona lo que quiere oir, para hacerla feliz cuando se siente mal y estuvimos bromeando sobre el tema.

Me contó además sus planes de futuro para los que yo le deseé toda la suerte del mundo: ahora quiere trabajar en Azerbaiján durante un tiempo, hasta que le concedan una beca de estudios superiores (Máster) en Suiza que va a pedir, si se la dan y cuando termine quiere empezar a trabajar allí ahorrando cada día para cumplir su sueño: vivir en Canadá trabajando en Márketing para una gran empresa. Un sueño hermoso, ¿verdad? Pasamos por Burguer King para que yo comprara mi cena (Dario había acompañado a su novia Zara a Estambul y yo no quería cocinar ese día) y al llegar al piso de sus amigos nos hicimos la foto y se marchó. Eso sí, quedamos en que si alguna vez iba a España (que quería hacerlo antes de morir) me llamaría para que le hiciera rutas turísticas gracias a mi experiencia (XD) y bromeamos con que si se enamoraba de nuestro país, yo le contratría para llevar las campañas de Márketing internacional de Servicons (por cierto, una gran tienda a la que espera un gran futuro, jejej).

Ha sido un gran tio, se ha portado genial conmigo. Su única justificación para ayudarme hasta casi ser mi esclavo era que el año pasado fue Erasmus y sabía lo difícil que era cuando no conocías el idioma "Helping all Erasmus people is my duty" (es mi deber ayudar a todos los Erasmus). Gracias sinceramente, Gadir, tronco. Espero que sigamos en contacto por facebook.

1 comentario:

  1. Qué bonito, casi lloro de la emoción!!! T.T

    Solo una cosa Cebolla, se supone que si te vas de erasmus tienes que venir delgado, (sí, más aún) así que deja de comer mierdas de comida rápida yaaa!!!

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